viernes, 19 de marzo de 2010

Eruviel Avila y el CLIENTELISMO EMBAUCADOR

CLIENTELISMO EMBAUCADOR Por: Alejandra Lizbeth gama Álvarez Cuanta razón tenía Alexis de Tocqueville cuando en su obra clásica “La Democracia en América” de manera enérgica nos advirtió que “la igualdad produce, en efecto, dos tendencias: una lleva directamente a los hombres a la independencia; la otra les conduce por un camino más largo, más secreto, pero más certero, hacia la servidumbre”. Es, precisamente, este camino de servidumbre, el que actualmente nos encontramos padeciendo en el municipio de Ecatepec de Morelos, Estado de México. ¿A qué nos referimos exactamente? ¿Acaso en Ecatepec, no gobierna una administración que llegó al poder mediante comprar su triunfo? Simplemente sucede que cuando una camarilla política se sirve del hombre masa, al cual somete mediante el embaucador y oprobioso artificio del clientelismo, la Democracia y la libertad sufren cierto quebranto. Y que aún cuando arriben al poder habiendo ganado la elección constitucional; lo cierto es que se verifica un lamentable déficit de la voluntad ciudadana. Montándose en ese aciago despotismo llamado “la tiranía de las mayorías” el eruvielismo, una facción nacida de lo más rancio y oscuro del priísmo, suplantó, valiéndose de la densa ignorancia y eterna indigencia de la amorfa muchedumbre, la voluntad ciudadana, mediante el simple pero perverso tramite, de intercambiar prebendas y dádivas de corto alcance por el voto de las ciegas y acéfalas masas. Así tenemos que remedos de ciudadanos, lumpen revestido de ciudadanía, gustoso asignaba su voto por quinientos pesos. El resultado fue un tajante triunfo cuantitativo. Sin embargo, si se considera la calidad de la deliberación del voto confiado a su favor; ciertamente veríamos que la calidad del mismo, hasta en un noventa por ciento, nada tuvo que ver con una participación significativa de las mayorías ciudadanas. Simple y sencillamente se debió a que ciudadanos de alta intensidad, al menos en Ecatepec, no existen. Las mayorías ecatepense, se forman por ciudadanos imaginarios: pobres en derechos, más aún en el cumplimiento de sus deberes. Los saldos que arroja tan desvaída legitimidad son trágicos y enormes. Es claro que cuando un gobierno no accede al poder mediante una Democracia de origen; es sumamente difícil que realice una Democracia de ejercicio. En realidad, sucede, que la facción eruvielista no se siente identificada con los ecatepenses, debido, principalmente, a que ellos saben muy bien, que la estrategia utilizada el día de votaciones escamoteo sin recato alguno, en grandes porcentajes la voluntad política de las mayorías ecatepenses. Así pues, a todos debería quedarnos claro, que los eruvielistas se encuentran en la cima municipal del poder no para gobernar y resolver los problemas que aquejan a nuestro maltrecho municipio. ¡No Señores! ¡Dejemos la ingenuidad para otros tiempos! Ellos están en la cima del poder con el único fin de llevar a cabo aquellos juegos de poder para los que fueron impuestos. ¿Acaso no sabemos que la naturaleza de una facción es la obtención del poder por el poder mismo y la satisfacción de sus propios intereses? De ahí, que desde siempre su aburrida, simplona y proliferada cantaleta es y ha sido: “No hay dinero”. La cual no solamente les ha servido para endeudar más todavía al municipio, ante la miopía y tonta complacencia de una oposición alineada a sus propósitos; sino también para justificar su muy débil gobernanza, la que si me apuran, podríamos decir, que prácticamente no existe. Palacio luce, casi siempre desolado, lento, torpe. Sin esencia ni sustancia; en tanto, que afuera Ecatepec se ahoga en el caos y la violencia. El caos se refleja en todos lados. Principalmente, en los terribles embotellamientos que a diario padecemos. Embotellamientos, que despilfarran recursos económicos y humanos al por mayor, disparan altos índices de polución, estrés, violencia y, paradójicamente, aislamiento social. La delincuencia, a partir de que Eruviel accede al poder, se proyecto a índices terribles y tremendos, a grado tal, que tal vez, Ecatepec sea la próxima Ciudad Juárez, con toda la miseria, dramatismo y sufrimiento que conlleva. ¿Qué ello no es así? ¿Qué exageramos? Veamos aleatoriamente un solo delito. ¿Cuál les gusta? El robo de autos. ¿Les parece? Vayamos pues, a los datos duros. A partir de que el populista y clientelar Eruviel tomo el poder, el robo de autos detenta un crecimiento de un 70 % aproximadamente. Es decir, Ecatepec es el paraíso soñado por la delincuencia, en donde el 90% de los robos son con lujo de violencia, en tanto que la policía municipal – así con minúsculas, no merecen más- es una autentica nulidad. Durante los siete meses del gobierno eruvielista, más de 4,500 autos han sido robados. Tan sólo en el mes pasado de febrero la cantidad de los mismos subió dramáticamente en comparación a los realizados en enero, en un 70% aproximado. Las Colonias de mayor peligro son Valle de Aragón; Jardines de Morelos; San Cristóbal Centro; Ciudad Azteca Poniente; Tulpetlac; San Agustín; Ciudad Azteca Oriente; Granjas Valle de Guadalupe; Guadalupe Victoria y Jardines de Santa clara. Los días de mayor actividad delincuencial en el rubro son: Los jueves; viernes; sábados y miércoles. La mayor incidencia del delito ocurre entre las doce y las veinte horas. Los carros compactos como el Tsuru, Vw Sedan, Atos, Pointer, Jetta y Sentra son los más robados. Colores como Blanco, rojo, azul, gris, negro, plata y verde los más buscados. Los modelos 2008, 2009, 2007, 2006, 2005 y 2001 lo de mayor peligro. Sectores policiacos con mayores detenidos: el 14 con la fabulosa cantidad de tres y el tres con dos. ¡Cómo ve! ¡Pero además agárrese! Al señor Presidente, ya le gustó engañarnos. Lo hizo con su perversa estrategia clientelar. Ahora lo intenta, con un libelo propagandístico, llamado: “SOY ECATEPEC”. Puesto que en el número cuatro, de la segunda quincena de febrero, enfáticamente, sus gentes afirman populistamente en portada: “Baja el robo de autos” y remite a las paginas centrales 8 y 9, en donde, además de aconsejarnos sabiamente, vierten cifras que no coinciden para nada con los datos reales. ¡Ah, pero eso si! ¡A costa del erario del Estado, el próximo viernes, nuestro excelente gobernante, será erigido Presidente de la rutilante Asociación de Presidentes Municipales Priístas! El magno evento se llevara a cabo en el Hotel Del Rey, En Toluca, capital del estado, a las nueve de la mañana. ¡Cómo ve! Para que se de una idea del problema, déjeme decirle que el año pasado el robo de autos en todo el estado fue de aproximadamente 15 mil. Es decir, Ecatepec en apenas 7 meses lleva solo casi el 40%, más lo que falta. Pero ahora pregúntese, ¿A que se debe el desayuno y la ceremonia del viernes? A los juegos de poder, que el dividido grupo de Atlacomulco empieza a orquestar. Se dice que nadie esta de acuerdo en que el delfín sea Ernesto Nemer. Que uno de los tíos quiere al Presidente Municipal de Huixquilucan; pero que el otro busca que sea Luis Miranda. Que es ahí donde podría encajar Eruviel, el cual se deja querer y que lo inflen. Se trataría de darle imagen de un probable candidato a Gobernador. En caso de que se requiera. Claro está, que su tarea sería confundir, dividir y debilitar a quienes se le opusieran a Miranda, para enseguida ceder a su favor, pavimentando la senda del delfín. Qué ganaría con ello, la continuidad política, pero nada más. Acuérdense, que Eruviel es hechura de Río de Luz; y que el recurso más socorrido del grupo, a falta de imaginación y talento, es el rumor, en su más llana expresión. Eruviel, ¡no se hagan bolas! ¿Dónde hemos escuchado esas palabras antes? solo es un simple arlequín en medio de un vendaval.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog

Etiquetas

Powered By Blogger

Archivo del blog

casas de cartón

Sentimientos de hoy y siempre

El Mundo Está Cambiando

Seguidores