sábado, 8 de mayo de 2010

Mara Salvatrucha Llegó a Tultitlán


Por: David Esquivel

Tultitlán. Méx., Huele a patas; aunque el lugar se ve limpio, casi impecable. Pero como no va oler rancio si allí descansan, en ése momento, 30 pares de pies que durante, por lo menos tres días recorrieron cerca de dos mil 300 kilómetros hasta llegar al “oasis” denominado Casa del Migrante “San Juan Diego, donde reciben techo, comida, agua, atención médica y descanso apacible durante, máximo, 48 horas; todo gratis y atendidos por la madre Guadalupe Calzada Sánchez, coordinadora del lugar.
Son pies de peregrinos centroamericanos, la mayoría hondureños y guatemaltecos; también salvadoreños y uno que otro nicaragüense. Tienen entre 21 y 35 años de edad, promedio. Llegan sudorosos, desaliñados, sin bañarse requemados y hasta con llagas en los pies, pero con una ilusión que les potencia el alma para intentar alcanzar el “sueño americano” allá en los Estados Unidos de América (USA), la catedral del dios dinero, cuya estampa tienen que ganar con sangre, sudor y lágrimas para socorrer a sus familias abandonadas en el país de origen.
“Cada uno es una historia”, dice la madre Guadalupe Calzada Sánchez. “Para entenderlos y querer ayudarlos la mayoría de las veces se debe haber vivido lo mismo que ellos están viviendo”, afirma la buena mujer, quien, sin asumir pose religiosa afectada, despide un halo de serenidad, seguramente provocado por una conciencia tranquila dentro de un alma noble tocada por la gracia de Dios para hacer el bien al prójimo: “Yo fui migrante en California, USA, y se lo que se sufre”, afirma.
La Casa del Migrante “San Juan Diego” ubicada en el número 15 de la cerrada de La Cruz Colonia Lechería, fue fundada el 19 de enero del 2009; a un año de su apertura ha atendido humanitaria y desinteresadamente a más de12 mil migrantes centroamericanos que llegan a la zona de paso hacia su destino.
Ha llegado a dar alojamiento a más de mil 700 personas en un mes, como sucedió en abril 2010, “por fortuna hubo alimento, ropa, servicios para bañarse, y atención medica para todos”.
“Tener un espacio así fue mi clamor de más de 30 años”, Agrega Guadalupe Calzada, ama de casa, vecina de la colonia Chilpan, de este municipio, cuyas vivencias como migrante mexicana le impulsaron a sumarse a redes de ayuda humanitaria. Mediante el apoyo del sacerdote Felipe Valdez Fajardo, logró que el Salón Parroquial de la Capilla de San José Obrero, fuera acondicionada como lo que ahora es La Casa del Migrante.
Quienes atienden el lugar son cuatro personas, entre ellas una cocinera que se encarga de preparar un mínimo de 300 dietas destinadas al desayuno, comida y cena, en ocasiones la cifra de duplica
Bajo la tesis de que “todas las personas que se encuentran en territorio mexicano, sin importar de que país sean, o si cuentan o no con documentación migratoria en regla, tienen derechos humanos garantizados por leyes nacionales, es como funciona y tiene sustento la operación de la Casa del Migrante.
El Instituto Nacional de Migración (INM) delegación Toluca en coordinación con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) efectúan la repatriación de migrantes que por voluntad propia deciden regresar a sus países, explica Guadalupe Calzada; añade que la Diócesis de Cuautitlán México, junto con sus diez templos, el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia del gobierno del Estado de México, la alcaldía de Tultitlán, apoyan en el funcionamiento del albergue
El refugio da alojamiento por 24 o un máximo de 48 horas, a menos que alguno de los migrantes enfrente un problema que exija ampliar su estancia. “Aquí hay reglas y se deben cumplir, entre ellas: se prohíbe fumar, ingerir alcohol, decir palabras obscenas; no crear conflictos, y se debe ayudar en el aseo y trabajos de la casa”, entrecomilla.
Acota: “Muchos al negarse a respetar reglas del albergue optan por deambular en las calles pidiendo limosna; ya encontraron su “modus vivendi”, se les conoce como “charoleros”
“A los migrantes mexicanos, que llegan del sur del país, principalmente, explica, se les da alimento y ropa; pero no hospedaje, para evitar la infiltración de coyotes o enganchadores que podrían entrar a la casa sólo para hacer sus “conectes;” además, por ser mexicanos tiene protegidos sus derechos y pueden allegarse de ayudas al estar en su país.
Douglas Castro Castro y Anahí Cifuentes Alemán, de 17 y 13 años de edad respectivamente, originarios de Guatemala, ingresaron a la Casa del Migrante con un “bienvenidos” expresado por la madre Guadalupe Calzada Sánchez. Menores de edad determinados a asumir los riesgos de la aventura y continuar su viaje, sólo querían un poco de alimento y un lugar donde descansar seguros.
Descansar seguros se ha vuelto importante para los indocumentados que arriban a la zona de referencia, porque si antes debían lidiar con policías, que les quitaban sus pocos dineros, ahora también deben enfrentarse a los “Mareros” (pandilleros centroamericanos, principalmente salvadoreños), los cuales en lugar de pedir limosna o buscar refugio en la Casa del Migrante se dedican a asaltar a otros migrantes recién llegados que se refugian bajo el puente vehicular de lechería.
A Roberto Pérez, de 22 años de edad, originario de Guatemala, el pasado 3 de mayo por la noche supuestos mareros lo golpearon inmisericordemente al grado de causarle daños irreversibles en el ojo derecho, lesiones en la cara que ameritaron sutura y golpes contusos en el cuerpo.
Fue auxiliado por la madre Guadalupe Calzada Sánchez, quien mediante el apoyo de la Cruz Roja lo trasladó al Hospital General, Distrito Federal, donde lo operaron y le dijeron que podría perder la vista o bien el 70 por ciento de la visión. Ahora espera regresar a su país.

3 comentarios:

  1. que bien que escribas sobre esto!! es muy fuerte y triste lo que pasa en nuestro paìs, y la deshumanizaciòn que estamos sufriendo por todas partes, cuando realmente hay cuestiones relevantes que deben ser atendidas, da coraje que el pueblo este enganchado con cuestiones frivolas y estùpìdas!! ojàla que sigas con este tipo de trabajo para que la gente vea que no es imposible organizarse y salir en la mediocridad!! : )

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  2. Quisiera saber, como hacer, llegar ayuda a estas personas, que ayudan a los hermanos centroamericanos, con quien me puedo dirigir???

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  3. LA HISTORIA ES MUY BUENA SIN DUDA PERO TAMBIEN LOS MIGRANTES SE QUEJAN DE QUE LOS TRATAN MUY MAL YO TENGO UN CASO ESPECIAL DE UN HONDUREÑO QUE NO PUDE AYUDAR PUES MIGRACION YA LO TOMO EN SU PODER A EL APENAS HACE MENOS DE UNA SEMANA EL TREN EN LECHERIA LE LASTIMO SEVERAMENTE LOS PIES Y LO TRASLADARON AL HOSPITAL GENERAL DE CUAUTITLAN DONDE YO ME ENCUENTRO AHI LOS MEDICOS TUVIERON QUE AMPUTARLE LOS DOS PIES Y SIN MAS LO QUISE AYUDAR LLEVANDOLO A MI CASA PARA BUSCAR A SUS FAMILIARES EN E.U. PERO MIGRACION ME GANO Y ESTA EN VEREMOS QUE SUCEDERA CON EL SI LO DEJAN AQUI EN MEXICO O LO MANDAN A SU PAIS.

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