Migrantes Asesinados en México

¿QUE HAY DETRÁS DE LA CRUELDAD INNECESARIA DEL CRIMEN ORGANIZADO?



Por Ernesto Partida Pedroza



Grande resulto ser el escándalo de los inmigrantes masacrados en el estado de Tamaulipas.

Se convirtió en un conflicto internacional puesto que involucra a varios países de donde eran originarios los inmigrantes.

Tantos los gobiernos de todos los países como los medios de comunicación han coincidido en condenar y demandar una investigación y castigo para los responsables de esa masacre.

Gracias a esta masacre nos hemos podido enterar de que no son unos cantos inmigrantes que han sido secuestrados y asesinados, sino han sido miles y de que las diferentes autoridades mexicanas han hecho caso omiso del problema.

Nos hemos dado cuenta de que el grado de impunidad es más alto de lo que imaginábamos.

Prácticamente todo el corredor por el que transitan los inmigrantes rumbo hacia Estados Unidos está bajo el control del crimen organizado y todo parece indicar que las autoridades están al servicio de ellos o están paralizados de miedo a cumplir con su deber.

Lo que más me extraña es que no hay ninguna investigación seria y oficial acerca de lo que hay en la mente de los criminales que se atreven a realizar ese tipo de crímenes.

¿Qué hay detrás de la parálisis de los gobiernos estatales que no hacen nada al respecto?

¿Por qué los gobernadores se resisten a colaborar con el gobierno federal o a crear sus propias estrategias anticrimen?

¿Qué hemos dejado de hacer como sociedad para padecer el problema de la inseguridad?

¿Qué instituciones han fallado en crear a los ciudadanos responsables y comprometidos con el país?

Cuando se trata la enfermedad de una persona, lo primero que se hace es establecer el diagnostico, una vez que se tiene se conoce el origen de la enfermedad y al mismo tiempo se tiene el tratamiento adecuado.

En el caso de la inseguridad en todo el país, no se tiene un diagnostico que permita conocer el origen preciso y un tratamiento correcto.

En pocas palabras, no se tiene un diagnostico y por lo tanto no se tiene el tratamiento correcto.

Lo que actualmente se hace es equivalente a darle al enfermo una aspirina y el problema sigue.

Creo que es muy importante investigar que hay en la mente de los grandes criminales, ¿Cómo es que se atreven a cometer los crímenes atroces?

Me atrevo a afirmar que esos criminales no son personas felices, no son personas seguras, para sentirse seguros tienen que traer armas de todo tipo y guardaespaldas.

Si los criminales maltratan a otros, es seguro que ellos fueron maltratados de chicos.

Seguramente vivieron en una ambiente de mucha violencia intrafamiliar.

Una persona feliz es incapaz de hacer lo que ellos hacen.

Si esto es cierto, no tuvieron una educación familiar adecuada y tampoco la tuvieron en el ambiente escolar.

Es imposible que una persona feliz se pueda convertir en un gran criminal.

Para confirmar esta teoría sería cuestión de visitar las cárceles y platicar con los criminales y darnos cuenta de la realidad de la vida de estas personas.

Si esto se confirmara, estaríamos en la posibilidad de afirmar que la alta criminalidad se inicia en el ambiente familiar y se continúa en el sistema escolarizado obsoleto.

Esto nos lleva a la necesidad de revisar lo que se hace en materia educativa que no produce los cambios deseados para construir una mejor ciudadanía.

Revisando el sistema educativo actual podremos predecir como será el futuro cercano.

Una maestra de preescolar me platicaba varias anécdotas acerca del comportamiento de los niños de preescolar, me decía que había varios niños que pateaban y escupían a su maestra y la directora, que por cierto es psicóloga, esta le decía a la maestra: “No te preocupes son solo niños” y cuando le platicaron a la mamá de los niños acerca de lo que hacían sus hijos lo negaron, “No es posible que mi hijo haga eso y se ofendió cuando se les sugirieron que acudieran a una terapia, “Nosotros no estamos locos”.

Estos padres muestran todos los signos de tener relaciones tóxicas con sus parejas y que obviamente contagian a toda la familia de ese tipo de relaciones.

Estos niños carecen de límites y eso es precisamente lo que tienen los criminales.

Hay infinidad de reportes de violencia en las escuelas en los que no se hace algo realmente significativo para resolver el problema.

El gobierno actúa persiguiendo a los criminales, pero no hace nada para evitar que los niños y los jóvenes sean los delincuentes del mañana.

Urge fortalecer al gabinete constructor que está constituido por la secretaría de Educación Pública, Gobernación, Comunicaciones y transportes, Agricultura, Economía y otras.

Urge establecer un diálogo con los medios de comunicación para hacer que estos se conviertan en un apoyo para el pueblo de México y no en parte del problema.

Hasta ahora solo son testigos de todo lo que pasa de uno y otro bando.

Para esto se apoyan en el incomprendido concepto de libertad de expresión.

La libertad siempre va acompañada de la responsabilidad.

Son como la cámara fotográfica que ve solo lo que quiere ver, no ve lo que ve y mucho menos no ve lo que podría ser.

Lo único que hacen los medios es difundir y magnificar todo lo que detecta mediante sus cámaras y micrófonos.

No nos proporcionan los elementos para hacer una reflexión y crear las soluciones para los grandes problemas nacionales.

Hace unos días Sergio Sarmiento entrevisto al presidente Calderón y le preguntó:

- ¿Los medios de comunicación somos culpables de la violencia en México?

- No, no son culpables, los únicos culpables son los delincuentes.

El presidente contestó algo políticamente correcto, pero esa respuesta no ayuda a entender el problema a profundidad.

Ciertamente los delincuentes son culpables, pero también son el resultado de muchas omisiones que tenemos como sociedad y como gobierno.

Los medios tienen el poder potencial para transformar la realidad que vivimos todos los mexicanos.

Tienen la capacidad para activar la economía, la educación y la cultura.

Para ello se requiere que a través de ellos se difundan las ideas para tal efecto.

Se requiere que se ponga toda la atención en todo lo que se pueda hacer para hacer caer a la inseguridad, la pobreza y la corrupción por su propio peso.

Se necesita que el presidente no este al frente de la guerra contra el narcotráfico, esto le corresponde a los militares, requerimos que el presidente esté al frente de la lucha por el engrandecimiento de México y de los mexicanos.

Necesitamos que encabece la lucha con la cual todos podamos ser solidarios.

Necesitamos una lucha con la cual todos nos podamos entusiasmar.