Eruviel Avila acusado de Despojo y abuso de autoridad contra familias pobres

13 de Abril 2010
Por: Arturo Hernández

Ecatepec.- Méx.-Eruviel Ávila Villegas y el Director de seguridad Pública Municipal José Luis Flores Gómez, son acusados de despojo y abuso de autoridad contra 37 familias desalojadas del predio la Glorieta el pasado 31 de marzo, quienes este lunes 12 del mismo mes se manifestaron frente al Palacio Municipal donde se encadenaron de las manos y bajo la lluvia lanzaron consignas contra el edil priísta y el titular de la dependencia policiaca.
Ávila Villegas y Flores Gómez, son acusados, además, de violar tres amparos otorgados a tres de las familias desalojadas el día señalado, cuando, también, los policías detuvieron a dos ancianos que golpearon y abandonaron en un centro de atención para drogadictos.
Justo Martínez Miranda, Concepción Morales Aguilar, Guadalupe López Hernández, Concepción Pallet Torres y Carolina Gayoso C. Se ataron de las manos con una cadena de aproximadamente 12 metros de largo, como forma de protesta por el despojo sufrido por parte 200 policías, entre municipales y estatales, que acompañados de golpeadores y cargadores con sopletes y maquinaria abrieron las cerraduras de las viviendas para sacar pertenencias "sin ninguna consideración.
Justo Martínez Miranda, aseguró que las familias desalojadas cuentan con comprobantes de pago de luz, predial, drenaje, agua, traslado de dominio e inclusive documentos de regularización del Instituto Mexiquense de la Vivienda Social (IMEVIS).
Consideró que el desalojo fue "una arbitrariedad, pues en el caso de Juan Carlos Gayoso Cazarez, Leonel Gayoso Cazares y Sebastián Martínez Islas, tienen el amparo resolutorio definitivo que complementa el juicio de revisión 534/2008 con fecha de 1o. de septiembre de 2008.
Añadió que Ávila Villegas, despojó de sus viviendas a las 12 familias para entregar los predios a militantes de la organización priísta Antorcha Popular.
Durante la protesta de este lunes se presentaron al menos 150 policías estatales y municipales armados con toletes y escudos, que con actitud amenazante intimidaban a los más de cien manifestantes, cinco de los cuales, como ya se dijo, se encadenaron de las manos.